Teseo y el Minotauro
Texto para niños mayores y padres de niños pequeños
1. Hace
miles de años, la isla de Creta era gobernada por un famoso rey llamado
Minos. Eran tiempos de prosperidad y riqueza. El poder del soberano se
extendía sobre muchas islas del mar Egeo y los demás pueblos sentían un gran
respeto por los cretenses.
2. Minos
llevaba ya muchos años en el gobierno cuando recibió la terrible noticia de
la muerte de su hijo. Había sido asesinado enAtenas. Su
ira no se hizo esperar. Reunió al ejército y declaró la guerra contra los
atenienses.
3. Atenas,
en aquel tiempo, era aún una ciudad pequeña y no pudo hacer frente al
ejército de Minos. Por eso envió a sus embajadores a convenir la paz con el
rey cretense. Minos los recibió y les dijo que aceptaba no destruir Atenas
pero que ellos debían cumplir con una condición: enviar a catorce jóvenes,
siete varones y siete mujeres, a la isla de Creta, para ser arrojados al
Minotauro.
4. En el
palacio de Minos había un inmenso laberinto, con cientos de salas, pasillos y
galerías. Era tan grande que si alguien entraba en él jamás encontraba la
salida. Dentro del laberinto vivía el Minotauro, monstruo con cabeza de toro
y cuerpo de hombre. Cada luna nueva, los cretenses debían internar a un
hombre en el laberinto para que el monstruo lo devorara. Si no lo hacían,
salía fuera y llenaba la isla de muerte y dolor.
5. Cuando
se enteraron de la condición que ponía Minos, los atenienses se
estremecieron. No tenían alternativa. Si se rehusaban, los cretenses
destruirían la ciudad y muchos morirían. Mientras todos se lamentaban, el
hijo del rey, el valiente Teseo, dio un paso adelante y se ofreció para ser
uno de los jóvenes que viajarían a Creta.
6. El
barco que llevaba a los jóvenes atenienses tenía velas negras en señal de
luto por el destino oscuro que le esperaba a sus tripulantes. Teseo acordó
con su padre, el rey Egeo de Atenas, que, si lograba vencer al Minotauro,
izaría velas blancas. De este modo el rey sabría qué suerte había corrido su
hijo.
7. En
Creta, los jóvenes estaban alojados en una casa a la espera del día en que el
primero de ellos fuera arrojado al Minotauro. Durante esos días, Teseo
conoció a Ariadna, la hija mayor de Minos. Ariadna se enamoró de él y decidió
ayudarlo a Matar al monstruo y salir del laberinto. Por eso le dio una espada
mágica y un ovillo de hilo que debía atar a la entrada y desenrollar por el
camino para encontrar luego la salida.
8. Ariadna
le pidió a Teseo que le prometiera que, si lograba matar al Minotauro, la
llevaría luego con él a Atenas, ya que el rey jamás le perdonaría haberlo
ayudado.
9. Llegó
el día en que el primer ateniense debía ser entregado al Minotauro. Teseo
pidió ser él quien marchara hacia el laberinto. Una vez allí, ató una de las
puntas del ovillo a una piedra y comenzó a adentrarse lentamente por los
pasillos y las galerías. A cada paso aumentaba la oscuridad. El silencio era
total hasta que, de pronto, comenzó a escuchar a lo lejos unos resoplidos
como de toro. El ruido era cada vez mayor.
10. Por
un momento Teseo sintió deseos de escapar. Pero se sobrepuso al miedo e
ingresó a una gran sala. Allí estaba el Minotauro. Era tan terrible y
aterrador como jamás lo había imaginado. Sus mugidos llenos de ira eran
ensordecedores. Cuando el monstruo se abalanzó sobre Teseo, éste pudo
clavarle la espada. El Minotauro se desplomó en el suelo. Teseo lo había
vencido.
11. Cuando
Teseo logró reponerse, tomó el ovillo y se dirigió hacia la entrada. Allí lo
esperaba Ariadna, quien lo recibió con un abrazo. Al enterarse de la muerte
del Minotauro, el rey Minos permitió a los jóvenes atenienses volver a su
patria. Antes de que zarparan, Teseo introdujo en secreto a Ariadna en el
barco, para cumplir su promesa. A ella se agregó su hermana Fedra, que no
quería separarse de su hermana.
12. El
viaje de regreso fue complicado. Una tormenta los arrojó a una isla. En ella
se extravió Ariadna y, a pesar de todos los esfuerzos, no pudieron
encontrarla. Los atenienses, junto a Fedra, continuaron viaje hacia su ciudad.
Cuando Ariadna, que estaba desmayada, se repuso, corrió hacia la costa y
gritó con todas sus fuerzas, pero el barco ya estaba muy lejos.
13. Teseo,
contrariado y triste por lo ocurrido con Ariadna, olvidó izar las velas
blancas. El rey Egeo iba todos los días a la orilla del mar a ver si ya
regresaba la nave. Cuando vio las velas negras pensó que su hijo había
muerto. De la tristeza no quiso ya seguir viviendo y se arrojó desde una
altura al mar. Teseo fue recibido en Atenas como un héroe. Los atenienses lo
proclamaron rey de Atenas y Teseo tomó como esposa a Fedra.
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martes, 24 de enero de 2012
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