domingo, 22 de enero de 2012

Es tarde, casi de madrugada. Mañana espera un duro día. De mí y solo de mí depende que le saque provecho.
Antes me hubiera dormido, pero ahora el sueño hace mutis y ha desaparecido. Me oprime cierta sensación de culpa. Debería estar durmiendo y aquí estoy, garabateando unas letras como si de un laberinto se tratara.
Soy optimista y pienso...mañana será otro día.

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