viernes, 27 de abril de 2012

PERROS



Era invierno,una de esas noches en las que no había un alma por la calle y el frío cortaba el aliento.
Llevaba el abrigo hasta los ojos, el viejo moutón de mi madre, que siempre utilizaba en noches como esas.
Avanzaba con  paso rápido, dejando atrás decenas de calles mal iluminadas y desiertas.


El corazón me latía muy deprisa, no sé si por la rapidez con que me movía o por ese miedo irracional que se tiene a lo desconocido, que oyes ruidos donde no los hay y ves sombras cerca de la luz.
Noto una extraña presencia en el silencio. Y justo al doblar la esquina,  frente a mi ,al lado de la acera en el solar donde están al descubierto unos restos romanos, sí el foro, con sus columnas, clípeos, cariátides...y sus esculturas que parecían recobrar vida con la tenue y pálida luz de la luna, bañando sus mármoles...allí estaban...


Tres pares de ojos brillantes me miraban fíjamente al principio, hasta que me dí cuenta de que se movían, se me acercaban...si ... eran tres perros.
Confiaba en que la verja que nos separaba fuese lo suficientemente estrecha como para que no pudieran
pasar; pero poco me duró la alegría, cuando los vi saltando a mi alrededor.
Me estaba entrando el pánico, pero tenía que controlar la situación, no quería que oliesen el miedo que tenía. El corazón se me iba acelerando por momentos, pensaba deprisa buscando una solución, habían dejado de saltar y  me estaban mordiendo el abrigo.


En un arranque de la poca valentía que me quedaba, pegué un ladrido que resonó en toda la calle. Los perros, tan aterrorizados como yo,corrieron disparados calle arriba; y yo como alma que lleva el diablo calle abajo deseando entrar en casa, la última puerta que se divisaba en la calle.


Por fin ya en casa...esa noche...dormí plácidamente.


Texto de Pepa Cid

jueves, 26 de abril de 2012

TU MIRADA





Me has cogido las manos
te miro de frente
me reflejo en tus ojos
pozos profundos e intensos
hasta que me pierdo en ellos.

Cálida mirada
que me acaricia en la distancia
me tranquiliza y me calma
ese galopar que hay en mi pecho.

Y enciende mi alma
¿He dicho alma?...
Quise decir…cuerpo.

Cuando me miro en tus ojos
quiero ver una mujer valiente
pero su reflejo me devuelve
una mujer desnuda, vulnerable
indefensa…sin pliegues.

Con el amor como única espada
y la esperanza como escudo
de que roces mi piel temblorosa.
y prenda la dulce llama
que se nos antoja caprichosa.

Entonces te miraré a los ojos
y sin decir palabra alguna
solo con la mirada
Te diré…te…qui..e…ro.


Texto y foto de Pepa Cid

martes, 24 de abril de 2012

NEGRA NOCHE




NEGRA NOCHE

Temo cuando llega la noche
porque no soporto escuchar tanto silencio
porque me  asalta con sus sombras
y me aprisiona en su negrura.

Temo cuando llega la noche
porque noto la ausencia del día
porque no hay lugar para esconder los sueños
ni sitio para enfrentarse a ellos.

Temo cuando llega la noche
porque tengo miedo a cerrar los ojos
y no volver a abrirlos
o quizá… no querer abrirlos.

Temo cuando llega la noche
porque todo lo envuelve y confunde.
confesiones anónimas de madrugada
que se apagan
con las últimas luces de la razón.

Tengo miedo cuando llega la noche
porque suenan guitarras con notas de blues
que me desgarran por dentro
haciéndome pedazos tan pequeños
que el frio viento de la noche
los recoge y esparce  por todo mi universo.

Tengo miedo cuando llega la noche
porque no sé si dará paso al nuevo día.
porque no quiero ser su prisionera
entre luces de sombras.
No, no quiero serlo todavía
Por eso… temo…que…llegue…la noche


Texto y foto de Pepa Cid

¡QUE YA ES PRIMAVERA!






¡QUE YA ES PRIMAVERA!

¿No te has fijado que en mi jardín ya es primavera?
En el aire que respiro, que respiras
En el atardecer
Cuando cae la noche y la brisa
Siento que ya es primavera

El campo teñido de flores
Rojas, blancas, amarillas y violetas
Forman un coro los pájaros
Entonando la canción que alegres
Cantan durante el día

Las niñas acortan sus faldas
Llenan de risas las calles
El gris dio paso al color
Los verdes sustituyen los marrones
La primavera su huele por todos los rincones.

Ha llegado la primavera a mi corazón
¿Notas como canta?
¿Cómo ha florecido?

El ave relentiza el vuelo
Y danza coqueta delante de su amado,
Que sombrío y apartado
La mira con disimulo,
Sabiendo que su corazón se dispara
Y que le tendería su ala
Para permanecer juntos

¿No te has  fijado que en mi jardín ya es primavera?

Foto y texto de Pepa Cid

lunes, 23 de abril de 2012



EL RELOJ DE LA TORRE

Caminaba con paso firme y el eco de sus pisadas resonaba con suave cadencia por todo el espacio. La calle estaba desierta, los comercios cerrados.
Solo las palomas de la torre, con sus revoloteos y sus escandalosos graznidos parecían ser las únicas que detectaban su presencia.
En el reloj de la torre estaban a punto de dar las cuatro. Y justo cuando empezó a sonar su triste melodía, como campana de iglesia que anuncia entierro, espesas nubes grises taparon el sol radiante que quedaba tras la torre.
La postal era perfecta, se quedó extasiada mirando el prodigio. Un haz de rayos luminosos se proyectaba en todas direcciones, dando al improvisado cuadro un contraste perfecto de luces y sombras, como si de una imagen del génesis se tratara.
No sabía cuánto tiempo había pasado.  Ya no sonaban las campanas. Sus manos se habían quedado ancladas en su bolso, intentando sacar el móvil para captar el momento.
…cuando reaccionó…el reloj ya marcaba…las cuatro y cuarto…y las nubes seguían tapando el sol radiante que quedaba tras la torre. 


Texto y foto de Pepa Cid

jueves, 19 de abril de 2012

DAME MEDIA HORA MAS






DAME MEDIA HORA MÁS

Cuando llegó, lo pilló todavía en la cama.
Toberal Rodel había pasado media noche en vela y a esas horas dormía plácidamente.
Se sobresaltó al verla allí sentada, en la única silla que había en la habitación.
Al principio pensó que estaba dormido, que formaba parte del sueño, solo el frio excesivo que había en la estancia lo puso alerta; era más que primavera, los días habían sido muy templados, no era normal esa temperatura, y menos a esas horas de  la mañana.
Cuando la miró a la cara, se le dispararon todas las alarmas; su rostro pálido, casi blanco, sin edad lo miraba con insistencia, rogándole que se marchara con ella.
No se le ocurrió otra cosa que pedirle media hora…
Toberal le dijo: -Dame media hora, tengo asuntos pendientes.-
Sin decir palabra alguna ella asintió y permaneció impertérrita sentada en la única silla que había en la habitación.
Toberal Rodel, buscó en la percha una camisa y un pantalón, se vistió lo más rápido que pudo y salió precipitadamente de su casa dejando la puerta abierta;
Bajó las escaleras de cuatro en cuatro, a punto estuvo de perder el equilibrio y dar con su acelerado cuerpo en el suelo.
De pronto, en la calle, no sabía que dirección tomar. Todo había sido muy rápido y se maldecía por no haber pedido más tiempo.
Sí, lo primero sería dar una vuelta por el parque y despedirse así de su niñez, de aquellas tardes cálidas de verano que convertía en su reino todo el espacio de arena. Vio pasar por su retina cientos de instantes de una vida ¿su vida? Algo no va bien, pensó.
Se acordó de María, iría a decirle lo que nunca hasta ese momento había sido capaz, le diría que la quería. ¿Le quedaba tiempo? Miró el reloj, ahora el que estaba pálido era él.
Corrió por calles y avenidas llenas de gentes, apenas le quedaba aliento. Le sorprendió el estridente ruido de un claxon que le anunciaba que se apartara.
Sus piernas se iban aflojando, consiguió llegar hasta la puerta y allí estaba ella de nuevo, sonriente, tendiéndole la mano, dispuesta a iniciarlo en un viaje infinito. El miró hacia atrás y solo vio oscuridad, la imagen de María parecía una estampa en la niebla.
En un último intento tendió la mano…pero…lo único que notó fue un frio desgarrador. Era demasiado tarde…ya había iniciado el viaje.

P.D.: Una nota de prensa comunicaba esta extraña noticia:
Encuentran muerto a un joven en la entrada de una casa, no presenta signos de violencia…., la puerta de la casa estaba abierta, no había indicios de que hubieran entrado a robar…

Texto y foto de Pepa Cid

DE AMORES Y OTRAS HIERBAS




DE AMORES

Aún tengo tu fotografía en las manos
mi estancia se llena de tu ausencia
Aún recuerdo aquella luz
atravesando la persiana
que tocaba nuestros cuerpos
que nos envolvía y mezclaba.

Me vienen al pensamiento
aquellos recuerdos de adolescente
sentados en la acera
sin sentir el frío del invierno

Nos bastaba un beso
una mirada, un apretón de manos
para sentirnos vivos,
para sentirnos uno.

Sin necesidad de hablar para entendernos
nuestros ojos... a veces ardientes,
a veces fríos, a veces cálidos
a veces indiferentes,
lo decían todo.

Jugábamos a ser adultos
atrás quedaron esos paseos
cogidos de la mano,
esas miradas furtivas.


Enfrentándonos en el lecho
dispuestos a perdernos uno en otro
el deseo nos envolvía
y nos amábamos como locos.

Después en el remanso del silencio,
exhaustos,
dormían nuestros cuerpos desnudos
recuperando el aliento.

La noche se alejaba rompiendo su silencio
dejaba paso al nuevo día
la luz atravesaba la persiana
iluminaba nuestros cuerpos vencidos por el deseo.

Te sentía tan cerca
te sentía tan dentro...
¿dónde estás ahora, amor, que no te encuentro?
ah...estás aquí a mi lado...velando mis sueños.


Texto y foto de Pepa Cid

miércoles, 18 de abril de 2012

TARDES DE RADIO



Todavía me pregunto que une a tantas personas de tan diversos lugares y de tan distintas formas de ver la vida…¿o en el fondo no son tan distintas?
Pero es una certeza que cuando se acerca la hora, todos expectantes, vamos tomando asiento en el teatro imaginario que entre luces y sombras construimos cada uno en casa.
Si cerrase los ojos me resultaría fácil imaginaros…
Ocupando esos últimos minutos de inquieta espera, entre risas y bromas. En un ambiente diáfano y dicharachero, vamos pidiendo asiento, refrescos, palomitas, incluso alguno ya ha ofrecido algún café aunque sea de forma virtual.
Saludos sinceros, en mayúsculas, alargando las letras, intentando con esos pequeños gestos estar más cerca de los amigos que van entrando.
Hasta que se levanta el telón y el gran maestro GURÚ entra en escena…esa conocida melodía nos avisa que el momento ha llegado.
El mago de las palabras, de la risa, de los hechos, de la verdad, noble de corazón limpio que parte y reparte…la magia ya ha hecho su efecto. Que juntitos estamos todos, que angustiado saluda el que llega tarde todos en torno a la radio.
Y así, el pasar del tiempo se ha vuelto loco. El reloj campea a sus anchas mientras escuchando hazañas mil el programa llega a su fin.
Y así lo anuncia como al principio  la melodía conocida que el programa termina…que con esto y unas medias….pues hasta mañana a las ocho y media.

martes, 17 de abril de 2012

CORAZÓN Y RAZÓN



La quietud de la noche me permite ver con más claridad los restos del día; desprovistos del sonoro ruido que encubre los sentimientos. Lo que ayer estaba claro hoy es confusión.
Mi razón libra una lucha encarnizada con el corazón, sin sangre, sin armas y a penas puedo moverme del miedo que atenaza mis huesos y me impide avanzar.
Ni claro, ni oscuro, ni ruido ni silencio...una calma imprecisa que me hace vulnerable; un mar encrespado que vacía sus olas y las choca en mi alma....y quien sabe...si en su vuelta hacia el abismo se lleva parte de ella.
¿Es locura?...¿Es deseo?....¿Es amor?...todo y nada a la vez....nada y todo...y lo malo es que no se si quiero despejar estas dudas.
Arrecia el día y mi razón está herida y mi corazón confuso. Se tambalea mi edificio, tiembla, siento como se va desmoronando. Esa amable fachada deja paso al verdadero rostro de la incertidumbre.
Se me escapan entre los dedos mis lógicas razones, se alejan dejando sólo a este loco corazón que parece adolescente, que marca su propio ritmo sin contar conmigo...unas veces me dejo llevar, otras doy yo el paso incluso algunas veces paro...pero mientras tanto...me consumo por dentro.


Texto y foto de Pepa cid